Reina de Francia y Navarra
- Princesa del Gran Ducado de Toscana.
- Casa real: Casa de Médici
- Padres: Juana de Austria y Francisco I de Médici
- Cónyuge: Enrique IV de Francia (m. 1600–1610)
- Hijos: Luis XIII de Francia, Enriqueta María de Francia, Gastón de Orleans, Isabel de Francia, Cristina de Francia, Nicolás Enrique de Francia
- Nombre: María de Medici o María de Médicis
María de Médici nació el 26 de abril de 1575 en Florencia, Gran Ducado de Toscana, Italia.
Padres
Sexta hija de Juana de Habsburgo-Jagellón, archiduquesa de Austria, y de Francisco I de Médici, gran duque de Toscana. Princesa del Gran Ducado de Toscana desde su nacimiento.Matrimonio e hijos
El 17 de diciembre de 1600 se convirtió oficialmente en la segunda esposa de Enrique IV de Francia y III de Navarra, con el que se había casado por poderes el 5 de octubre de 1600. El monarca había estado casado anteriormente con Margarita de Valois, de quien se separó antes de su ascensión al trono. Fueron padres de Luis XIII de Francia, Enriqueta María de Francia, Gastón de Orleans, Isabel de Francia, Cristina de Francia y Nicolás Enrique de Francia.Reina regente
Tras el asesinato del rey, el 14 de mayo de 1610, María asumió la regencia en nombre de su hijo Luis XIII, que entonces tenía ocho años. Como regente durante la minoría de edad de su hijo y aconsejada por sus consejeros italianos, siguió una política favorable a España, concertando los matrimonios de Luis con Ana de Austria y de su hija Isabel con el infante Felipe, futuro Felipe IV de España, ambos hijos de Felipe III de España.Guerra de la madre y del hijo
Excluida del poder por su hijo en 1617, fue recluida en el Castillo de Blois. Dos años después escapó y promovió un levantamiento contra él, conocido como la «guerra de la madre y del hijo». El 10 de agosto de 1619, María y su hijo firmaron el Tratado de Angulema, acuerdo negociado por el cardenal Richelieu, que puso fin oficialmente a la guerra civil francesa entre los partidarios de la reina y los del rey. Sin embargo, no satisfecha con el tratado, se levantó nuevamente en armas contra su hijo con ayuda de la nobleza, en la denominada «segunda guerra de la madre y del hijo». El rey, consciente de que mientras su madre estuviera en el exilio no podría evitar nuevos enfrentamientos, aceptó su retorno a la corte.En 1630, tras un intento de destituir al cardenal Richelieu, entonces primer ministro, fue enviada al exilio permanente.